El maldito coronavirus que hoy nos amenaza y nos ha arrebatado tantas cosas importantes nos impide también volver a disfrutar de nuestros populares festejos de la misma manera en la que tradicionalmente podíamos hacerlo, privándonos de multitud de celebraciones esperadas durante todo el año con expectación e impaciencia. Con enorme pesar, pero en ejercicio de una imprescindible y solidaria responsabilidad, nos vemos obligados a suspender la práctica totalidad de los actos y actividades que en ediciones anteriores componían la programación de las fiestas de San Roque.
La añoranza de todo aquello que no podremos revivir nos invade ahora que nuestro mes ha llegado. Pero hoy, los llaniscos, olvidando la secular división de los bandos, dirigimos con fe nuestras oraciones hacia el glorioso San Roque, tal y como hicieron aquellos que nos precedieron en el tiempo, reconociendo al Santo peregrino de Montpellier como nuestro más valioso intercesor frente a la terrible amenaza de las epidemias.
Y así, confiados en que nuestra villa se ampara bajo la segura protección de su humilde capelina de peregrino, y con la esperanza de poder volver a disfrutar, como antaño, de nuestras tradicionales celebraciones en el próximo año, volvamos a elevar con devoción al Cielo la ancestral plegaria:
De peste y males
líbranos Roque divino
a todo el pueblo de Llanes.
Pueblo de Llanes,
a todos los forasteros
y a tus hijos los de Llanes.